Perdone usted nuestra actitud huevona, la brecha de listas se debió a unas horrorosas vacaciones de rehabilitación en Oceánica por parte de todo nuestro equipo de trabajo.
Aunque si uste puso mucha atención La Meta Lista creció y creció a lo pendejo, como la cantidad de pobres en el país de no pasa nada.
Pero ya no se preocupe más, no se coma más las unas, mejor pongase a beber leche de vaca para que le crezcan rápidamente. Ya estamos de vuelta para imponerle una nueva lista de vídeos copetudos mientras esperas el fin del mundo…dale click aquí
Un día cualquiera de nuestras vidas imaginamos la posibilidad de una fiesta aleatoria, sin motivo preciso, sin lugar ni fecha prevista, sin la certeza de número o posibilidad de invitados. Lo principal en nuestras cabezas era que de un momento a otro tendría que ocurrir la Random Fiesta. Así fue que alguien se levanto un día cualquiera con antojo de tacos placeros y lasagne huitlacochera. Tiro unos cuantos correos electrónicos al azar, puso su cocina, sus mini speakers y su sala.
Es así, que durante memorable fiesta la magia de lo random nos arrojo la joyita de frase que da titulo a nuestra primera entrada. Una frase con una fama póstuma mucho más grande que la Random Fiesta en su totalidad. Aquella celebración que seguro ya nadie recuerda o si así fuese, lo es como una fiesta aleatoria más del montón que vagabundean en nuestros recuerdos…
Para escuchar el soundtrack de esta frase dale click aquí